Durante  los primeros meses de confinamiento por la pandemia de covid-19, la mayoría de las pequeñas y medianas empresas en Colombia acudieron a la tecnología para  mantener su operación de manera total o parcial, adoptando soluciones de comercio electrónico, trabajo remoto y plataformas colaborativas en la nube. Hasta antes de la pandemia más del 60% de las empresas colombianas no tenían un área o persona encargada de sistemas (1), las principales razones que aducían los empresarios eran: a. El negocio no lo exige, b. No le veo la utilidad. c. Los costos de tenerla son muy altos.

Con la pandemia la exigencia no llegó de una industria en particular ni como una necesidad interna, sino de una situación externa completamente disruptiva, llevando a que los ajustes hechos por las empresas frente a esta situación se hicieran rápido, sin planeación adecuada y a costos  elevados.  Para mayo de 2020, el porcentaje de empresas colombianas  que realizaron inversiones en IT para adecuarse a esa nueva realidad era de un 80% para el teletrabajo, 85% en medios de pago digitales, y de un 55% para la venta de sus productos y compra de insumos. (2)

La estructura organizacional de las pymes, en muchos casos con poco  personal en su áreas gerencial y administrativa, conlleva a que sus funcionarios asuman varios roles dentro de la organización, entre ellos el de encargado de los sistemas de la empresa, sin tener la formación y experiencia requeridas. En este ambiente de polivalencia, el tiempo para cada rol es limitado, por lo que la investigación de tendencias en la industria IT, las pruebas piloto de tecnologías y el inicio de procesos de transformación digital se ven relegados por un enfoque reactivo hacia  el área de IT: solo le dedican tiempo cuando ocurre un incidente que afecta la operación.

Una de las opciones para superar el enfoque reactivo hacia los sistemas es la tercerización de servicios IT, que trae beneficios como: la agilidad en adquirir nueva capacidades para las empresas al acudir a proveedores expertos, el ahorro en gastos de selección, contratación y legales de personal, las eficiencias en los procesos y el poder investigar, testear y adoptar herramientas IT para  incluirse en la cadena de valor del negocio.  

Por otro lado, las grandes empresas tienen claro su core de negocio y utilizan los servicios tercerizados en áreas como: gestión humana, legal, finanzas e IT, para centrarse en el desarrollo de su objeto social. Las Pymes también pueden aprovechar las ventajas del outsourcing en diferentes áreas, y sobre todo en el área de  IT, para darle continuidad a las inversiones e iniciativas lanzadas como respuesta a la pandemia, y aprovecharlas como un punto de partida de una nueva realidad de los sistemas en su organización, una en la que IT  soporte los procesos de negocio, los mejore y ayude a transformarlos.

• Conpes 3975, Política Nacional para la transformación digital e IA.
• DANE, Encuesta Pulso Empresarial. Mayo 2020.